Hay que entrar a Vinçon, un negocio de diseño, muebles, decoración. Subir al patio y mirar "la pedrera" desde atras. Después, los faroles del Passeig de Gràcia. Ah, y un gelat català... estaba bueno. Me explicaron que los dueños son amigos de los primeros Freddos.
Anduvimos un rato por el centro de Verona. Hace mucho calor, así que Morena quería un gelato. Luego, ambos Leandros tirando facha con sendos prohibidores de rayos. Después fuimos a lo de Raúl, dónde hicimos un asado. Comimos "Ali a Pipistrello", pedazos de cerdo y polenta a la parrilla.
Me fui de paseo en el vólido verde. Primera foto: el puente de piedra. Después, en el castillo viejo. Tuvimos que parar a tomar agua también, por el calor.
Estabamos aburridos y alquilamos unos autos para ir a la Slovenia. En el camino nos encontramos con este castillo que está construído dentro de una cueva. Un poco bastante turístico, es cierto, pero no deja de ser muy particular.
Tratando de evitar la furia turística del Rialto y San Marco, cosas que aparecen por ahí. Primero, una pequeña plaza con un arbol grande. Segundo, una espiada al interior de un edificio. La última, el hospital de las gondolas.
Parece que Venecia no está exenta de la grasa de las capitales. Un poco de cotidaneidad veneciana. Además: parece que jugar a la pelota tiene sus dificultades ahí.