viernes, 29 de agosto de 2008

Berlin







Una línea de adoquines recuerda dónde estaba el muro. En la plaza donde se quemaron 20.000 libros, una biblioteca vacía con espacio para la misma cantidad. Una madre llora a su hijo en el monumento a las víctimas del "militarismo" y la tiranía. Hecha por una escultora que perdió un hijo en la I y un nieto en la II guerra. Por último, nada recuerda el lugar donde estaba el bunker de Hitler.

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